Una constelación representa un segmento designado del cielo nocturno, un límite imaginario que abarca agrupaciones específicas de estrellas. Estas formaciones celestiales están organizadas principalmente alrededor de asterismos—patrones distintivos hechos por estrellas llamativas que parecen agruparse estrechamente cuando se observan desde la Tierra. Aunque el término "constelación" se aplica a menudo de manera coloquial a estos patrones, las verdaderas constelaciones son áreas más amplias de la esfera celeste, cada una albergando uno o más asterismos. Ejemplos conocidos incluyen el Cinturón de Orión dentro de la constelación de Orión, la Osa Mayor parte de Ursa Mayor, y la Cruz del Sur dentro de Crux. En total, el cielo nocturno está dividido en 88 constelaciones oficiales, cada una albergando estrellas que, aunque puedan parecer próximas a simple vista, a menudo están a vastas distancias en el espacio.
Entre estas, las 12 constelaciones del Zodiaco ocupan un lugar especial tanto en la astronomía como en la astrología. Estas constelaciones están situadas a lo largo de la eclíptica—el camino aparente que sigue el Sol a lo largo de un año visto desde la Tierra. Este camino delinea el plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, marcando una autopista celestial por la cual el Sol, la Luna y los planetas parecen viajar mientras se mueven a través del cielo. Las constelaciones del Zodiaco han jugado históricamente un papel significativo en la comprensión humana del cosmos, sirviendo como marcadores para rastrear los movimientos de los cuerpos celestes y como símbolos en diversas mitologías culturales.